Aunque el invierno en estas latitudes no sea una buena época para la recolección de setas, no quiere decir que no haya, ya que setas hay todo el año.
En esta entrada solamente voy a prestar atención a las setas con valor gastronómico, que no son muchas, aunque podríamos encontrar muchísimas más si lo que nos gusta es la fotografía y el estudio de los hongos.
Tricholoma portentosum (Capuchina)
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Tricholoma portentosum |
Esta sabrosa seta la podemos encontrar en nuestros pinares a partir de mediados de noviembre, y dependiendo del tiempo que tengamos su recolección se puede alargar hasta después de las Navidades.
Resiste bien las heladas debido a su hábitat, ya que nace protegida por el musgo y las acículas de los pinos.
También podemos encontrar compartiendo hábitat a su congénere la Tricholoma terreum, también un excelente comestible aunque mucho menos abundante en nuestra zona.
Hygrophorus marzuolus (Marzuelo)
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Hygrophorus marzuolus |
El marzuelo o seta de marzo, es típica del mes que la da nombre, aunque dependiendo de las condiciones metereológicas podemos encontrarla desde mediados de enero.
Es una seta muy difícil de encontrar debido a que nace prácticamente enterrada, aunque si nos fijamos bien daremos con ella. Es una seta que se encuentra siempre sana, carnosa y con un sabor muy agradable, lo que la otorga un gran valor gastronómico.
Lo más frecuente es encontrarla en pinares de Pinus sylvestris, aunque también podemos encontrarla en hayedos.
Flammulina velutipes
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Flammulina velutipes |
Esta seta aunque poco conocida es una seta con un gran valor gastronómico, que incluso se cultiva en la actualidad. En Asia es muy conocida y popular.
Crece desde diciembre a febrero sobre restos leñosos de planifolios y matorrales. Es muy común encontrarla sobre las cepas de los piornos desbrozados de las orillas de los caminos.
Craterellus tubaeformis (Angula de monte)
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Craterellus tubaeformis |
Esta seta comienza a fructificar a finales del otoño y podemos seguir encontrándola incluso durante el mes de enero, ya que resiste muy bien el frío al salir muy protegida por el musgo y las acículas de los pinos.
Sale en bosques de coníferas de montaña, formando grandes colonias.
Es una especie exquisita para muchos, sobre todo para dar sabor a arroces y pasta.
Es habitual encontrar compartiendo hábitat a su congénere Craterellus lutescens, aunque prefiere zonas más húmedas, también es un excelente comestible.
Hydnum repandum (Lengua de vaca)
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Hydnum repandum |
El hábitat de esta seta es un poco raro, ya que podemos encontrarlo en bosques de planifolios (especialmente hayedos) a partir de finales del verano, mientras que en bosques de coníferas es una seta tardía, apareciendo a finales de otoño y aguantando incluso hasta mediados de enero dependiendo de si ha nevado o no.
Es un buen comestible, especialmente los ejemplares jóvenes.