- Búho real (Bubo bubo):
Egagrópila de búho real |
Búho real |
El búho real expulsa unas egagrópilas muy grandes, de hasta 15 cm de largo y 4 cm de ancho. Contienen los más diversos restos de vertebrados, de lagartijas, aves, y hasta liebres y zorros. A menudo contienen grandes huesos y cráneos casi íntegros. También pueden encontrarse en las egagrópilas del búho real patas casi enteras de rapaces y otros búhos.
Podemos encontrar sus egagrópilas en los lugares de nidificación, bajo rocas, en canteras o en laderas escarpadas con cubierta rala.
- Búho chico (Asio otus):
Egagrópila de búho chico |
Búho chico |
Egagrópilas alargadas, de forma irregular, claras y muy estrechas, con restos de pequeños mamíferos, aves e invertebrados.
Podemos encontrarlas debajo de árboles en las lindes de bosques o de pequeños grupos de árboles, a menudo cerca del árbol del nido.
El búho chico prefiere empollar en nidos de cornejas y urracas.
Las egagrópilas de cárabo son medianas, por lo general de 2 a 5 cm de largo y 1 a 2,5 cm de grosor. Son gris ceniza, cilíndricas y un poco puntiagudas en uno o en los dos extremos, superficie irregular con fragmentos de hueso que a menudo sobresalen. El contenido está formado principalmente por fragmentos de ratones, aves e insectos.
Por lo general se encuentran amontonadas debajo de los dormideros, en árboles o postes. Este mismo año había un dormidero en uno de los árboles del jardín del colegio de Sabero, y allí se veían egagrópilas con frecuencia.
Egagrópila de pequeña a mediana, de 1,5 a 4 cm de largo y de 1 a 1,5 cm de ancho, alargada y con un extremo puntiagudo. Según la composición de la alimentación puede ser muy variable en color, tamaño y contenido.
Solemos encontrarlas debajo de postes de vallas y puertas, debajo de dormideros en árboles, en campos de frutales dispersos y prados y en viejos edificios.
Sus presas suelen ser pequeños roedores, aves, reptiles y anfibios, aunque excepcionalmente puede alimentarse de peces, insectos y lombrices.
- Lechuza común (Tyto alba):
Lechuza común |
Egagrópila de lechuza común |
Egagrópilas grandes, lisas, cilíndricas y redondeadas en los extremos, de 2 a 5 cm de largo y 2,5 a 3,5 cm de grosor. En estado fresco son oscuras, con un brillo gris-negro, como lacadas. A diferencia de otras egagrópilas de búhos, a menudo no pueden reconocerse fragmentos de hueso por fuera.
Podemos verlas en lugares de cría y dormideros en iglesias, graneros y ruinas, donde las depositan sobre las vigas, cornisas o en el suelo.
La superficie lisa de las egagrópilas de la lechuza común está formada por una capa de saliva. Come pequeños mamíferos.
- Busardo ratonero (Buteo buteo):
Busardo ratonero |
Egagrópila de busardo ratonero |
Egagróplilas gris afelpado, de unos 6 a 7 cm de largo y 2,5 a 3 cm de ancho, formadas por pelos compactados, a veces también plumas, sin fragmentos de huesos o muy pocos.
Se encuentran en el campo debajo de estacas, postes de tendido eléctrico, en montones de tierra y debajo de árboles solitarios, en el entorno del nido cerca de la linde de bosques.
El alimento principal del busardo ratonero es el topillo de campo, y de su número dependen el tamaño de la puesta y el éxito de la cría.
Azor muerto |
Egagrópilas grandes, de hasta 6 ó 7 cm de largo, de forma cilíndrica. Están formadas por pelos enmarañados y pequeñas plumas. El contenido suele proceder de presas grandes.
Podemos observarlas en los lugares de cría y descanso en bosques altos con árboles antiguos y en las lindes de los bosques.
El azor se alimenta de forma muy variada, pero prefiere las aves.
Durante el característico vuelo de recorrido, el azor realiza a menudo breves tramos de deslizamiento después de batir las alas con fuerza varias veces. Alcanza así una elevada velocidad de vuelo. Esta elevada velocidad les puede llevar a sufrir trágicos accidentes, como el ejemplar de la imagen, que le encontré muerto el 13 de abril de 2012 al chocar contra una de las cristaleras del Museo Regional de la Siderurgia y la Minería de Sabero cuando perseguía a una corneja (podéis ver la plumas de ella en las garras del azor).
Gran egagrópila de hasta 10 cm de largo y más de 3 cm de grosor, con los extremos agudos. contiene restos de pelos y fragmentos pequeños de huesos de mamíferos, además de restos de aves y reptiles.
Podemos observarlas sobre todo en los comederos, en cimas de rocas, debajo de los lugares de cría en paredes rocosas y ocasionalmente en nidos de árboles.
Egagrópila de águila real |
Para ampliar información sobre estas especies podéis consultar la siguiente entrada de este blog: